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jueves, 23 de febrero de 2012

YO VIVÍ EN LA CIUDAD LINEAL 1ª parte. (Rosa María González del Valle)

Mi nombre es Rosa María González del Valle, y aunque nací en Madrid en el año 1924 muy pronto nos trasladamos a vivir a la Ciudad Lineal. Fuimos allí recomendados, porque mi hermano Adolfo padecía una enfermedad del aparato respiratorio y un compañero de mi padre Ricardo García Guereta también vecino afincado en “El Bosque” le había contado que la Ciudad Lineal era el mejor sitio para curarse de las enfermedades respiratorias, y así fue, años después mi hermano se curó.
Mi padre don Benito González del Valle era un reputado arquitecto que realizó importantes trabajos en Madrid del que destacaremos “La casa de los Lagartos” construida en la calle de Mejía Lequerica número1 en la que expresó todo su conocimiento, quedando inmortalizada para la posteridad.


Don Benito González del Valle.

Cuando llegamos a finales de 1929 a aquella ciudad sanatorio nos establecimos en una maravillosa finca que anteriormente había sido propiedad de uno de los accionistas de la C.M.U., el Sr. Ramón Fort y que llevaba por nombre “Villa Josefa”. El hotel estaba situado al final de la calle de Hernández de Tejada concretamente en nº 7, cercana al Parque de Diversiones y ocupaba una amplia parcela, dejando en su centro una magnífica construcción de una sola planta que mi padre mandó reconstruir para adecuarla a nuestras necesidades. Recuerdo principalmente que la entrada de la finca se hacia bajando unos peldaños, pues esta quedaba bajo la rasante de la calle y tras una enorme puerta de dos hojas se hallaba una preciosa escalinata con barandilla de hierro.

El jardín era un vergel donde florecían por doquier todo tipo de flores y plantas, toda la verja que apoyaba sobre el alto muro de la calle estaba repleta de enredaderas, madreselva y rosas principalmente que inundaban con su olor todos los rincones de la finca. En uno de los rincones de la parcela se encontraba la casa de los guardeses, una coqueta y singular vivienda de ladrillo y tejado ricamente adornado que recordaba a la casita de chocolate de “Hamsell y Gretell”. Tenía un amplio porche con barandilla de hierro y contaba con dos dormitorios, salón, cocina y retrete. La casa principal era una gran mole de ladrillo de muchísima altura que a pesar de contar con una sola planta las ventanas quedaban a unos dos metros del suelo. Recuerdo sus suelos de madera, el despacho de mi padre, el salón y los dormitorios, todos de muchísima altura decorados con muy buen gusto.

La cocina que estaba en la parte posterior izquierda era muy amplia, sus suelos de imitación de mosaicos, y en el centro una gran cocina de carbón en isla, como las de ahora. En uno de los rincones de la estancia, había una escalera de caracol, que ascendía hasta el torreón donde estaban las habitaciones del servicio.

Recuerdo que la planta alta de la vivienda era un gran guardillón con 13 ventanas al jardín. (En algún momento de la historia de este inmueble, se construyo este tejado aguardillado sobre la amplia azotea, muy posiblemente cuando paso ser morador don Benito González, el cual realizó una gran reforma en la vivienda. Según algunas fotos aéreas de la zona finalizada la contienda este tejado es desmontado y pasó nuevamente a ser una azotea.)


Mi hermana mayor Charo y su novio José María Coig . Se retrataron junto a la tapia a la calle de Hernández Tejada. Al fondo se ve parte de la casa de los Guardeses.



En la parte trasera de la casa se encontraba un depósito para riego, que en alguna ocasión sirvió de piscina. En la imagen vemos a mi hermana Lilita (Matilde) a la derecha, junto a su amiga Conchita Solano,


 
Mi hermana Charo subida a uno de los arboles del jardín de Villa Josefa.


 
Mis hermanos y yo (la del brazo en jarra) en el jardín de Villa Josefa.


 
Mi hermana mayor Charo posando junto a la puerta de entrada a la finca, al fondo se ve parte del tejado de la casa de los guardeses.



En Villa Josefa ni cuñado José Macías, mi hermana Lilita, mi hermana Mari y su marido Antonio Pizarro. En primer término mi hermana Irene.


 
Un aspecto de la casa de servicio en su primera época allá por 1925.



Mi hermana Charo en Villa Josefa y nuestro perro Cri.



En el Parque de Diversiones Antonio Pizarro (fusilado en septiembre de 1936) marido de mi hermana Mari, mi hermana Irene, mi cuñado José Macías y mi hermana Lilita.



 
Dos imágenes del famoso túnel de la risa del Parque de Diversiones de La Ciudad Lineal donde se retrataron  Mari, Irene y Lilita.

Quizás el capítulo más triste de esta historia fue el fallecimiento de mi hermana Lilita con 17 años de una forma repentina e inesperada. Los médicos afirmaron que murió de insolación, a ella le encantaba tomar el sol, mi madre quedo profundamente afectada, fue un gran varapalo para toda la familia. A causa de esto mi madre Rosario Tordesillas se sumió en una profunda depresión, mi padre en un intento de animarla mandó construir en la parte posterior de Villa Josefa una pequeña granja, donde se establecieron algunas gallinas, conejos, patos, etc…


Junto a estas líneas mi querida hermana Lilita poco antes de su muerte en la terraza del Restaurante del Casino de la Ciudad Lineal.


Un aspecto del mismo ángulo del Restaurante.


Excepcional imagen tomada una noche veraniega de los primeros años 30 en la que los vecinos se reunían en una parcela cercana a nuestra casa donde se estableció la Asociación de Vecinos. Contaba con una pista de baile amplios jardines. En primera fila empezando por la izquierda mi cuñada Blanqui, justo detrás Carmen Riezu a su izquierda Carmen la de telégrafos, y junto a esta mi hermana Fifina.

La historia siguió su curso, y todo marchaba con regularidad, hasta que comenzó la Guerra Civil. Yo por aquel entonces tenía doce años pero tengo recuerdos muy claros de aquella época. A mi cuñado José María Coig el novio de mi hermana mayor Charo le secuetraron unos soldados republicanos y lo mataron días despues en Paracuellos del Jarama. Ella a pesar de no estar casada co en él, le guardo luto y se sintió durante el resto de su vida como viuda de este. Nunca olvidaré aquella tarde en Villa Josefa cuando en mitad de la comida irrumpieron unos milicianos republicanos y apresaron a mi cuñado Antonio Pizarro que vivía en casa con nosotros y se lo llevaron, tambien murió fusilado en el cercano Camino de la Cuerda. A mi padre le apresaron por dos ocasiones, la situación era insostenible, y en ambas ocasiones sus propios empleados, obreros de la construccion en su mayoría consiguieron convencer a sus secuestradores para que lo dejasen en libertad. Ante tal situación ellos mismos buscaron una nueva morada para la familia trasladándonos en noviembre de 1936 a una finca en la zona mas alta de la Ciudad Lineal de hay el nombre que tenía esta. “La Atalaya”.

La finca “La Atalaya” vista desde la calle de Arturo Soria a medidos de los años veinte.

La propiedad que había sido mandada construir para el Sr. Conde de la Puebla del Maestre se encontraba en esos momentos deshabitada y era sin duda alguna una de las mejores mansiones de la barriada. Contaba con tres plantas y un impresionante jardín con paseos que lo recorrían un cenador de madera y casa para servicio, cocheras y lavadero. Tenía dos entradas, una desde la calle Arturo Soria y otra desde Emilio Rubín, donde se encontraba la entrada de carruajes. La casa de inspiración medieval era una joya, se entrada estaba precedida de una terraza con balaustrada de piedra, la puerta principal de hierro daba acceso a un pequeño hall donde había unas puertas de madera que daban paso al gran vestíbulo desde donde se accedía a todas las dependencias y desde donde arrancaba la escalera de acceso a la planta principal.


Otra imagen de la finca “La Atalaya” tras su alta puerta de entrada nacían dos tiros de escalera que ascendían hasta el jardín que quedaba más alto que la rasante de la calle.


 
Yo y mi tío Carlos en la puerta de La Atalaya poco después de trasladarnos hasta allí.



Excepcional imagen de la Atalaya tomada desde la puerta posterior sin duda alguna una verdadera joya.

Recuerdo que una tarde en plena Guerra nos escapamos algunos de mis hermanos y yo junto con chicos de la pandilla y fuimos a Madrid al cine, posiblemente a la zona de Diego de León. A la vuelta vimos sobrevolar el cielo aquellos aviones que dejaban caer obuses sobre la ciudad, muy posiblemente buscando el punto estratégico donde se hallaba refugiada Dolores Ibárruri, la Pasionaria que se encontraba a escasos metros de nuestra casa en una finca conocida como Villa Eloísa en la Carretera de Hortaleza. Al llegar a casa una de mis hermanas que no vino con nosotros se chivó y mi padre, mi castigaron, el me dejo de hablar por unos dias y no me besaba. Eso si que era triste, irme a la cama sin el beso de mi padre.
Eran frecuentes los bombardeos y sonidos de disparos, recuerdo a un soldado que hacía guardia junto a la puerta de mi casa y que murió ametrallado. Su cuerpo estuvo varios días tendido en el suelo.


Mi padre y mi hermana Charo posan en el jardín de La Atalaya.

Otra tarde concretamente el 19 de Marzo de 1939 yo estaba cosiendo en el jardín de casa junto con mi madre y mis hermanas, volvimos a oír el ruido de los motores de los aviones. Quizás el punto que buscaban era la finca “La Casita Blanca” que se encontraba a algunas manzanas de casa entre las calles de Vicente Aleixandre y Julia Baliencha que había sido tomada por el partido Socialista estableciendo en este lugar otro cuartel. Las bombas no acertaron en su objetivo pero cayeron en casa de mi amigo Ricardo. Él estaba dentro de casa y sus padres en el jardín, al oír a la aviación, su padre corrió a avisarle y en ese momento el obús impacto de lleno en la casa. Su padre murió sepultado bajo un muro, y mi amigo quedo a salvo bajo el quicio de una puerta. Este joven sería con el paso de los años mi marido.
Después de caer bombas y días antes del final de la guerra las tropas nacionales nos bombardearon con panes que venían envueltos en pequeñas bolsas de papel con la bandera Española, el final estaba cerca.
Cuando todo volvió a la normalidad y pasados algunos años formalice mi relación con Ricardo Campos.


Yo en la escalinata de entrada a La Atalaya en los años cuarenta.



Dos imágenes de mi marido Ricardo y yo tomadas en los estudios Cea durante el rodaje de “La Nao Capitana” a mediados de los años cuarenta.

En los años cuarenta mis padres se trasladaron a otra finca, esta vez en la Carretera de Hortaleza, muy cerca del que sería el edificio del cine Ciudad Lineal.
Era una finca más sencilla, se la conocía con el nombre de “Villa Trinidad” así llamada por ser su propietaria Doña Trinidad Corceina. La construcción era más sencilla aunque también grande, en el jardín poseía un gran cenador y estaba adornado con centenares de arboles y plantas. En este lugar se celebro el convite de nuestra boda en la primavera de 1947. Después partimos a Tarragona donde Ricardo estaba destinado por ser militar. Volvimos en algunas ocasiones sobre todo cuando nacieron mis hijos mayores.


Villa Trinidad en los años 20.

Mis padres se trasladaron a un piso en Madrid y tan solo mi suegra y algunos amigos vivían ya en la Ciudad Lineal aquella ciudad que empezó a cambiar a una velocidad de vértigo.


Mis hijos Ricardo y Elena al final de la calle de Aspizua, al fondo se ven los estudios de laCea.



Dos imágenes tomadas en casa de mi suegra Pilar, una de ella con sus hijos y otra con sus nietos.

Cierto es que volvimos muchas veces, de hecho cuando regresamos a Madrid no nos fuimos muy lejos de allí, pero nada era igual, en alguna ocasión pasamos por la puerta de aquella casa Villa Josefa de la calle Hernández Tejada, hoy reconvertida en una iglesia Batista, recordando todo lo que allí vivimos. La Atalaya corrió peor suerte y tras pasar a manos de unas monjas que lo trasformaron en colegio fue derribado sin dejar rastro de él.
Y Villa Trinidad sucumbió bajo la piqueta también en los años 60, llevándose todos los recuerdos de nuestro pasado, aunque siempre quedara en nuestra memoria y en nuestro corazón aquella ciudad del porvenir, tan higiénica y saludable, la ciudad que nos vio crecer y que jamás olvidaré, la Ciudad Lineal.


El autor de este blog junto a Rosa María González del Valle a principios del año 2012.

Esta entrada esta dedicada con especial cariño a doña Rosa Maria y a su hija Paloma, a las que agradezco sinceramente su amabilidad y su tiempo. Gracias por compartir su historia con los demás.

Doña Rosa Maria falleció el pasado 25 de octubre de 2019, aquí conservaremos su historia como testimonio viviente de la Ciudad Lineal. D. E. P. 

33 comentarios:

  1. David, como siempre, un artículo estupendo. Y muchas gracias a Rosa María por sus recuerdos, que me interesan especialmente al haber vivido desde el año 1970 en la calle Emilio Rubin, cerca de donde estuvo la Atalaya.

    Bueno, muchas gracias de nuevo y espero mas recuerdos.

    PD: David, tengo pendiente la compra de tu libro de los cines de madrid, que será en breve.

    Saludos

    Miguel Diaz

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  2. Gracias a ti Miguel, por siempre tan puntual. Desde luego Rosa María ha contado sin tapujos lo que dio de sí su paso por la Ciudad Lineal. A ella es a quien hay que agradecerla esta entrada.

    Un saludo.

    P.D.: Y el libro de los cines que lo disfrutes, que tambien tiene tela.

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  3. Hola David. Muy buena entrada. Doña Rosa nos ha contado una historia preciosa. Para no andar buscando. ¿Donde estaba exactamente Villa Trinidad?,
    Un abrazo

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  4. Hola Ricardo, muchas gracias por tu comentario. La verdad que es una historia conmovedora, contada en primera persona y que nos traslada por completo al lugar que tanto hemos investigado.

    Villa Trinidad estaba justamente debajo de Villa Sol, lindando prácticamente con el campo. Creo que ahora hat en su lugar un servicio técnico SONY de esos que tanto te gustan. Un abrazo.

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  5. Muy interesantes las vivencias en la Ciudad Lineal de Dª Rosa María. Cuantos recuerdos y en varios puntos de la Ciudad Lineal.
    Y las fotos igual de buenas.
    Migueli.

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  6. Unos recuerdos contados de forma elegante.
    Migueli.

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    1. Hola Migueli, buena strades, disculpa antes de todo por la demora en la contestación. Ciertamente Doña Rosa María nos contó gran parte de su vida con muchisimo detalle. Ójala encontremos a más supervivientes para que nos lo puedan contar en primera persona tan bello relato.

      Un saludo

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  7. Hola David, Soy Rosa Mª. Muchas gracias por haber publicado mis recuerdos y si te apetece te sugiero investigar un crimen que sucedió después de la guerra perpetrado por un vecino de Ciudad Lineal en el que murió un sastre.

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    1. Ernesto Fernández (Alemania)11 de marzo de 2012, 10:11

      A Rosa María. Ese crimen que según menciona ocurrió en la Ciudad Lineal me ha interesado de siempre por haberlo vivido de cerca cuando estaba interno en un hogar de Auxilio Social. El hecho ocurrió aproximadamente en 1942, y la villa donde se cometió la fechoría estaba por la parada 4 ó la 5, donde había chalets muy bonitos. Por lo que veo Vd. y yo fuimos vecinos bastantes años, pues del 40 al 47 estuve en Alto de los Leones -enfrente de la CEA- y del 47 al 52 en el Hogar Ciudad Universitaria, que antes de la expropiación se llamaba Villa Tinuca. Así pues conocía todas esas villas que se mencionan, pero no por el nombre, cosa que a los chicos de entonces nos traía sin cuidado, sino más bien por el hecho de si en una finca habían o no árboles de nísperos o ciruelos, que era el argumento vital del momento. Quizá le interese ver alguna foto de aquellos años, lo que podría hacer si leyera un artículo mío titulado "Historias matritense. Hogar Alto de los Leones". A pesar de todo, me ha gustado su artículo. Cordiales saludos.

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  8. Hola Dña Rosa Maria, encantadisimo de escuchar cualquier historia nueva. Cuando tenga un huequecillo quedamos de nuevo, ya sabe, un cafetito y me lo cuenta.

    Un abrazo.

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  9. Ernesto, yo estoy ansioso por conocer los datos que me aportais y empezar a investigar como un loco, seguro que en alguna publicación encontramos algo.

    Un saludo para todos.

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    1. Ernesto Fernández (Alemania)13 de marzo de 2012, 10:18

      Hola, David, a ver si tienes suerte y encuentras algo relacionado con aquel delito, cometido en una zona donde era más facil morir de una tisis que de una cuchillada. Los primeros años cuarenta en la Ciuli ya los he descrito en el artículo titulado "La Ciudad Lineal en el recuerdo" (incluidos los comentarios de María Luisa Pino), y "El Velódromo y Campo del Plus Ultra". Saludos

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    2. Vamos a ver si encontramos algo sobre el fomoso asesinato, necesito alguna pista para empezar a buscar, fechas, lugar, nombres.

      A ver si en unos dias os puedo contar algo más.

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  10. Buenas noches, Rosa Maria.Como dije antes muchas gracias por sus recuerdos de la Ciudad Lineal . Si es posible ?Podría contar como era la calle Emilio Rubin? La Atalaya hacia esquina con esta calle.

    Muchas gracias

    Saludos de nuevo, David

    Miguel Diaz

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  11. Aquí estoy yo, interesada por saber quien mató a quien...Yo he nacido entre las paradas 4 y 5, en lo años cuarenta, y...solo sé algo del hombre del saco, o del sacamantecas y de algún otro ser raro del que nos prevenían a las niñas de entonces, pero ¡Un crimen de verdad!Eso es fascinante.
    Preciosas fotos, casas que conozco (creo que la primera estaba en la parada 2, esquina a Jose del Hierro)Era un colegio llamado "Institución franco- española" Mi hermana acudió allí un par de años.
    Un saludo a Ernesto que me puso en la pista de este blog.

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    1. Hola Maria Luisa y bienvenida.
      Sigo tu pista hace tiempo a través de Historias Matritenses, aprovecho para felicitarte por la fascinante nueva entrada.

      Vamos a ver quien era el matón y quien el asesino, porque yo tambien he odido de varios suicidios, pero asesinos, no recuerdo más que a de Roberto Gascón del Chalet de las Rosas. Que conquistaba a las mujeres y despues las mataba y las enterraba en su chalet de la Ciudad Lineal cubiertas con cal para quedarse con sus posesiones dandola por desaparecidas.

      Si alguien tiene alguna pista del tema por favor que lo diga, es complicado empezar a investigar sin una base.

      Un saludo y mil gracias por tu visita.

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  12. bueno mi querida tia Rosi, acabo de leer esta entrada y estoy fascinado, miles de gracias a David por el esfuerzo y descubrirnos todos estos misterios y vivencias. las fotos son preciosas y la narracion de las que enganchan, lo he disfrutado como un enano, a ver si pronto voy a verte con mas tiempo cuando la vida vaya volviendo a la normalidad. muchos besos. soy adolfito

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  13. Hola ,
    mi nombre es José y soy de Benavente (Zamora)
    he descubierto este blog y he leído lo escrito sobre su vida en Ciudad lineal , gracias.
    Perdone mi atrevimiento pero le quiero preguntar si es usted pariente de la familia Tordesillas Fernandez-Casariego.
    Gracias y un saludo.
    papu90@hotmail.com

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  14. Hola! Googleando sobre una Villa Josefa en Montevideo (mi ciudad), me encontré con este material que me fascinó.
    La señora Rosa María es una bella mujer y sus fotos: un encanto, gracias por compartirlas porque me da mucha felicidad verlas, aunque no conozco nada de la Ciudad Lineal.
    Saludos desde Montevideo, Uruguay
    Patricia

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  15. Saludos desde Miami, FL. Me encanta haber encontrado estas notas y fotos que me traen tanto recuerdo, yo estoy en una de esas fotos, claro soy la mas pequeña de la foto en que estamos todos los chicos. Tia Rosi ( como le llamamos todos los sobrinos, es una mujer maravillosa a quien siempre quisimos, queremos y querremos por siempre)Le recuerdo cuando canto el Ave Maria en mi boda, que me hizo llorar de emoción con su bella voz. Desde niña, siempre le pedia que me cantara cada vez que nos veiamos. Recuerdo perfectamente a pesar de mi niñez, nuestra vida en Ciudad Lineal y lo felices que eramos todos juntos, muy unidos y compartiendo todo.
    Hasta pronto.
    Lourdes

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    1. Hola Lourdes, muchas gracias por tu comentario, seguro que ella estará encantanda de que desde tan lejos aún recuerden su pais, su ciudad, y su pequeño barrio.
      Ella es una persona maravillosa, nunca me comentó nada acerca de lo del canto, pero se lo preguntaré el próximo día que la vea.

      Recibe un abrazo desde España y no dudes que le haré llegar el mensaje.

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  16. Que bonito testimonio el de esta señora al dejarnos ver parte de su vida en Ciudad Lineal, me han encantado las fotos y todo lo que cuenta, y por cierto la casa de los lagartos de Mejía Lequerica siempre me ha fascinado.
    Yo vivía en Manoteras y recuerdo muchas de esas casas, como Villa Fleta, me parecía estar en otro mundo.

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  17. Hola Carmen, muchas gracias por sus palabras.
    La casa de los Lagartos de Mejia Lequerica es un clásico de la arquitectura Madrileña, sin duda una maravillosa obra de arte.
    Cuanto la envidio, lo que hubiera dado yo por haber podido pasear por aquella Ciudad Lineal desaparecida.

    Un saludo y muchísimas gracias.

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  18. Hola soy Rocío Mateos Pizarro hija de Matilde y nieta de Cristina Gonzalez del Valle. He leído esta historia con mis hijas. Hoy precisamente hemos estado hablando del bisabuelo Benito, y de sus poemas que a mi me encantan. Muchas gracias por publicar esto. Querida tía Rosi ¡que pena que nos hemos visto tan poco! Os mando un beso muy grande,

    Rocío.

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  19. Tía, me ha gustado mucho el reportaje sobre tus vivencias en Ciudad Lineal de las que yo también forme parte, pues como bien recuerdas pase algunas temporadas en la última de las casas cada vez que alguno de mis hermanos tenían alguna enfermedad contagiosa que en aquella época era muy frecuente.
    También tengo vagos recuerdos de tu boda (tenía 6 añosa ) sobre todo no se me olvida cuando Conchita vuesta prima y tía segunda mía, se cayó al pilón con agua que estaba cubierta de flores.
    A la vista en la librería tengo la foto contigo que me tienes en brazos con apenas un año que no se en cual de las casas nos la hicieron.
    He visto en los comentarios uno de Adolfito ( para nosotros sigue siendo Adolfito ) del que nos acordamos mucho aunque hace mucho tiempo que no vemos.Muchos besos primo.
    Bueno que me ha encantado volver ha estar un rato otra vez en Ciudad Lineal después de tanto tiempo.
    Muchísimos besos madrina.

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  20. Soy Javier Macias. Me ha gustado mucho el reportaje de vuestra historia en Ciudad Lineal.
    Muchos besos a la tía Rosi, Adolfito y a mi prima segunda Rocío.

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  21. Cuanta familia de Rosa María repartida por todos los rincones del mundo. Envidio el cariño que la tienen, que por otra parte no me parece nada extraño puesto que es una maravillosa persona.

    Me encantan estos comentarios tan conmovedores y cargados de recuerdos.

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  22. Recuerdo como mi abuela me hablaba de Ciudad Lineal aunque yo era muy pequeña.
    Ella era Elisa la hija de Ricardo Garcia-Guereta mencionado en el blog y por lo que he llegado a el.
    Se agradece un reportaje así.

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  23. Yolanda Fernández-Barredo.11 de abril de 2015, 13:30

    Muy bueno el artículo y todos los datos que aportas, David. Muchísimas gracias por tu dedicación y por preservar la Memoria de la Ciudad Lineal. Un abrazo.

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  24. Yolanda Fernández-Barredo.11 de abril de 2015, 13:32

    Muy bueno el artículo, magníficos los comentarios y muy importantes los datos para que no se pierda la Memoria de La Ciudad Lineal. Un gran trabajo David. Muchísimas gracias.

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  25. Juan Coig Díaz de Arcaute31 de enero de 2017, 7:28

    Charo, la "viuda" de José María Coig Macías, primo hermano de mi padre, mantuvo el contacto con sus "cuñadas" María y Pilar Coig Macías a las que visitaba con mucha frecuencia en el piso de la calle Juan de Mena donde vivían, hasta su muerte o la de Pilar.
    Muy interesante toda la historía. Juan Coig

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  26. Estimado Juan:
    Cuánto me alegra que el recuerdo del marivilloso amor que se tuvieron Charo y José se mantenga vivo y presente en las dos familias. Nos enseñaron a no dudar que hay amores eternos.

    Un cordial saludo
    Rosa mª

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  27. ¿D. Benito González del Valle, tuvo relación profesional o de amistad con el pintor Casimiro Sáinz Saiz fallecido en 1898?.
    Me gusta esta página, por sus recuerdos alegres y trágicos, son la vida misma. Un cordial saludo. Pachi

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